SANTO DOMINGO.-Se comprobó el domingo 4 de mayo que el propietario de una escuela que funciona ilegalmente en la tercera planta del edificio del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) utiliza delincuentes para montar desórdenes en la sede de la institución y agredir a los periodistas que acuden allí.
Agentes de la Policía Nacional confirmaron la utilización de esta táctica por el nombrado Marvin Joel Soriano Robles, quien trató de infiltrar a Francisco Altagracia Hernández Martínez, alias El Príncipe Indú, para incitar a los estudiantes que debían tomar clases este día, a protestar y escenificar desórdenes en demanda de que le permitieran la entrada al local del CDP.
Se recuerda que el pasado viernes dos de mayo, Soriano Robles envió gente como esa quienes digirieron otros que trataron de derrumbar la puerta principal del CDP, saltaron la verja perimetral del edificio y agredieron a los periodistas, resultando heridos Sofía Suzaña, César Castillo, Nelson Gutiérrez y Miguel Aponte Viguera.
En esta ocasión, Soriano Robles envió este personaje y a una muchacha, que se negó a dar su nombre, quienes desde horas de la mañana se presentaron como estudiantes de periodismo y comunicación social de su Escuela Turística del Caribe, exigieron entrar al local y no permitírsele estacionaron una pequeña camioneta roja de las denominadas plataneras al frente del edificio y dijeron que esperarían allí a los demás para protestar.
Al ser advertido de la situación, el presidente del CDP, Olivo De León, salió le explicó la situación en la que se encontraba Soriano Robles, su negativa a pagar la deuda con la institución profesional, las violaciones del contrato de arrendamiento y la decisión de los directivos del CDP de rescindir el contrato, además de la situación de ilegalidad de la escuela que no tiene aval de ninguna autoridad competente.
Aún así Hernández Martínez y la muchacha que sólo se identificó como estudiante, incitaban a los demás a protestar. El se identificó, primero como periodista y después como estudiante de periodismo y comunicación social de la Escuela Turística del Caribe, lo cual no pudo demostrar a nadie.
Al final del día 4 de mayo, Hernández Martínez trató de crear incidentes, sacó un bate de su pequeño vehículo y al ser revisado, los agentes descubrieron que tenía machetes, piedras y otros objetos, por lo cual fue detenido y conducido al destacamento del Mirador Sur, ubicado en la avenida Anacaona de esta capital, donde la Policía del cuartel se dieron cuenta de que su ocupación es metalero, que compra y vende metales y de que tiene fichas por cometer hechos violatorios a la ley, lo mismo que el señor Marvin Joel Soriano Robles, condenado a seis años de prisión por falsificación y estafa.
Sin embargo, el señor Soriano Robles, quien siguió a los agentes hasta el destacamento policial, utilizó el nombre del director Central de Asuntos Internos de la Policía Nacional, general Orlando Martín Pichardo Reynoso, quien supuestamente llamó al lugar, para obtener la libertad pura y simple de Hernández Martínez.
Cuando una comisión del CDP se presentó al destacamento a querellarse contra ese señor, ya los agentes lo habían liberado, a pesar de las fichas que encontraron, tanto de él como del señor Soriano Robles, quien gestionó su libertad amparado en generales y nombres sonoros.
El pasado viernes dos de mayo un grupo de fascinerosos, disfrazados de estudiantes, irrumpieron violentamente en la Casa Nacional del Periodista y agredieron a mujeres y hombres que ejercen la profesión de periodistas, siendo repelidos por nutridos grupos de comunicadores sociales opuestos al funcionamiento de una ilegal denominada Escuela de Turismo del Caribe.
Las fotos son elocuentes al mostrar la agresividad con que actuaron dichos elementos, armados con piedras y palos contra comunicadores que se encontraban en la sede de su institución recordando el asesinato del periodista Luís Reyes Acosta, hace 49 años.
Los atacantes también trataron de despojar de su cámara fotográfica al periodista Genris García, editor del portal Vigilanteinformastivo.com, para que no pudiera tomar las imágenes de las agresiones contra los comunicadores sociales.
Algunos periodistas intervinieron para evitar que los supuestos estudiantes enviados por Soriano Robles destruyeran los cristales de la parte frontal del CDP y de los vehículos estacionados en los parqueos.
En esa labor se emplearon a fondo Miguel Aponte, Guillermo Cano, Julio Delgadillo, Pablo Tejeda, Felicia Carrasco, entre otros.
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