Por Emmanuel Solano
Santo Domingo,R.D -En la vida republicana hemos escuchado presidentes que actúan como Poncio Pilato y han expresado que la corrupción se detiene en la puerta de su despacho ; otros han cuantificado la cantidad de dinero del pueblo que se llevan en los bolsillos los funcionarios corruptos y para justificar han llegado a decir que la corrupción es parte del sistema político en que vive la República Dominicana.
Pero otros se han ido más lejos y han dicho que lo que aquí se le llama corrupción en otros países se le llama mordida.
Con esa forma evasiva los mandatarios han dato patente de corso a sus seguidores para que hagan lo que quieran con el erario público, y en muy raras ocasiones, han sido capaces de llevar a los tribunales a partidarios suyos.
Pero en el gobierno del presidente Danilo Medina la cosa es distinta y cuando se producen actos de corrupción los organismos correspondientes inmediatamente son apoderados por el Ministerio Público para que tome carta en el asunto.
El jefe del Estado como fiel discípulo del profesor Juan Bosch está llevando al banquillo de los acusados a todo funcionario que viole las leyes y la Constitución de la República, principalmente a los que cometan actos indecorosos.
Este estilo responsable y transparente que lleva a cabo el primer mandatario de la nación es lo que lo ha hecho que el pueblo dominicano le pida que continúe en el poder más allá del 2016.
La sociedad dominicana valora positivamente el esfuerzo que realiza el jefe de la administración pública para que haya más y mejor educación, hayan mejores servicios de salud y vivamos más seguros alguno de nuestras familias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario