LA HABANA, Cuba./ La Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) calificó a Olivo De León, presidente del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), como un fiel vigilante de los derechos de los periodistas dominicanos y un permanente defensor de la libertad de prensa de la República Dominicana, del Caribe y de América Latina.
La UPEC formuló su afirmación, a través de Ariel Terrero, director del Instituto Internacional José Martí, durante la ceremonia de entrega de la Orden Félix Elmuza por parte del gobierno de Cuba, al presidente del CDP, efectuada el 12 de este mes de Mayo, en el Salón Solidaridad del hotel Habana Libre
“Olivo De León, presidente del Colegio Dominicano de Periodistas, es un hombre que vela sin descanso por los derechos de los periodistas dominicanos como la manera de garantizar la libertad de expresión y el derecho a la información del pueblo dominicano”, expresó Terrero en sus palabras de elogios a De León.
Dijo que la preocupación social, la dedicación, de un hombre por la unidad, la integración y el bienestar de los periodistas de su país, del Caribe, de América Latina y del mundo, le hace merecedor de respeto, cariño y admiración. ”Por eso y por su permanente colaboración con los periodistas cubanos le otorgamos la distinción Félix Elmuza”.
Terrero afirmó que Olivo De León aboga por desplazar la hegemonía ideológica y cultural hacia un modelo comunicacional en el cual los sujetos sociales, los trabajadores y los sectores populares –expresados mediante sus organizaciones sociales- se conviertan en los protagonistas de una ineludible metamorfosis.
A continuación el discurso íntegro de Ariel Torres durante la ceremonia de la Orden Félix Almuza a Olivo De León, en el salón Solidaridad del Hotel Habana Libre, el 12 de Mayo del 2016, en La Habana, Cuba:
Hoy le entregamos la Distinción Félix Elmuza a un amigo de los periodistas cubanos, a un buen amigo de Cuba, a un discípulo fiel del eminente intelectual y revolucionario dominicano Juan Bosch. Periodista agudo también él, Olivo de León ha consagrado su vida profesional a la verdad.
Por oficio y lealtad social, se ha dedicado a desentrañar las intenciones ocultas tras promesas y acuerdos de políticos, y las desigualdades sociales profundas enmascaradas detrás de indicadores económicos. No ceja después del triunfo electoral de un político en República Dominicana, ni le engañan, ni le callan, ni le ciegan los datos económicos edulcorados de un país o región.
Equilibra pasión y argumentación sagaz, química difícil, cuando denuncia un crecimiento de la economía que sólo beneficia a oligarquías y a unas pocas familias, en contradicción con la miseria, también creciente, de las mayorías populares.
Pero Olivo De León es, ante todo, el colega dominicano que se ha rebelado contra el imperio mediático que desinforma, corrompe y destruye culturas.
La misión social asumida por él no termina con su obra personal, ni queda encerrada dentro de las fronteras de la República Dominicana que ama.Tiene también la mirada sobre esta región cultural y políticamente compleja, el Caribe Nuestro. Sobre la América Nuestra.
Convencido de que ‘‘el periodismo dejó de ser una profesión local, regional o nacional para convertirse en una labor universal’’, alienta las alianzas entre periodistas latinoamericanos y la integración entre las naciones que comparten geografía e historia.
Por coincidencia de principios éticos, latinoamericanismo y hondo respeto mutuo, la Unión de Periodista de Cuba ha gozado de la cooperación permanente de las instituciones dominicanas que ha dirigido Olivo De León.
Primero como Secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y ahora como Presidente del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), ha desarrollado una intensa labor para proteger a los periodistas de su tierra. La defensa de la Libertad de Prensa constituye una razón de ser para Olivo y el Colegio. Y no como argucia o maltratado recurso en que ha convertido el discurso político de otros.
Vela sin descanso por los derechos de los periodistas dominicanos como la manera de garantizar la libertad de expresión y el derecho a la información del pueblo dominicano.
Con luz poco común en estos campos de batalla, Olivo de León ha comprendido que se trata de una pelea política, pero de una pelea que exige también –y hoy en primer lugar- de armas y de un profesionalismo que sólo provienen de la superación constante y la vocación investigativa en los medios de prensa. Es la clave para educar y convencer a los públicos y las audiencias. Esta es una de las líneas de trabajo que han otorgado prestigio al Colegio Dominicano de Periodistas, tanto como el reclamo público y sin temor por los derechos de sus afiliados cuando son atropellados por poderes mediáticos y políticos.
Desde esa institución, el Colegio ha apoyado investigaciones académicas sobre Medios de Comunicación, periodismo y Democracia en República Dominicana. Y él personalmente encuentra tiempo para el estudio y la reflexión sobre las políticas de comunicación en su país y en el resto de América Latina. Preocupado por la misión y responsabilidad social de los periodistas, se suma a las voces que en el continente se han propuesto sacar a los medios de prensa de la descripción superficial del acontecer cotidiano, a fin de convertirlos en ‘‘espacios de encuentros, intercambios, socialización, crecimiento y búsqueda, para repensar cada proyecto político y social’’.
Olivo De León aboga por ‘‘desplazar la hegemonía ideológica y cultural hacia un modelo comunicacional en el cual los sujetos sociales, los trabajadores y los sectores populares –expresados mediante sus organizaciones sociales- se conviertan en los protagonistas de una ineludible metamorfosis’’.
Propósitos como este alientan hoy a la prensa revolucionaria. La lucha se torna más tensa en una coyuntura en que las fuerzas de derecha, con el apoyo político y mediático del imperio, rebrotan en América Latina, para subvertir y derrotar los gobiernos progresistas y deshacer sin miramientos los avances sociales y económicos en esos países.
Merece respeto un hombre que se inquieta honestamente ante tales amenazas y realidades. Pero Olivo De León no sálo se inquieta. No le basta con el buen sentimiento, ni el discurso. Organiza encuentros, intercambios, acciones a favor de la integración en América Latina. Bajo el principio de educar para integrar y con otras iniciativas, el Colegio se empeña en convertir a los periodistas y a los medios de prensa en una fuerza activa a favor de una democracia que implique real participación social, apertura hacia las creaciones artísticas y la posibilidad de ser escenarios de desarrollo cultura.
Empresas de tal magnitud merecen, además del respeto, la admiración de la Unión de Periodistas de Cuba. Por este motivo, nuestra organización otorga nuestra más alta condecoración, la Distinción Félix Elmuza, al Presidente del Colegio Dominicano de Periodistas, Olivo De León, convencidos de que estamos ante una obra en pleno desarrollo, que ha encontrado en la superación profesional, la cooperación y la solidaridad latinoamericana claves para defender los derechos de nuestros pueblos.
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